Todo comenzó a los 10 años, cuando un libro llamado “La India Secreta“, se cruzó en mi camino. Fue como abrir una puerta hacia otro mundo, y desde entonces, los temas espirituales se convirtieron en una parte importante de mi vida.

Ya de adulta, en un viaje a Machu Picchu, a través de las vivencias con un chamán y un sanador californiano, me abrí a la conciencia energética.

Volví a casa transformada.

Esta experiencia me llevó a explorar más el mundo espiritual que siguió años después en un retiro en Córdoba, donde compartí experiencias con personas conectadas a la espiritualidad y me adentré en la astrología y el tarot terapéutico.

A lo largo de los años, en la medida que profundizaba mi práctica en el campo terapéutico, también enfrenté desafíos personales. La pérdida de mi madre me sumió en un profundo duelo, pero a la vez, me impulsó a acompañar a otras personas en sus proceso de fin de vida, ofreciendo Reiki y terapias florales.

Viajé a Asia y recorrí mi sueño que había surgido del libro que leí de niña: dos meses en la India y el otro mes en Tailandia. Fue otro viaje iniciático dado que no volví a ser la misma a mi regreso: ya estaba mucho más entregada a mi tarea espiritual y de asistencia a las personas.

Fue un tiempo de profunda introspección y sanación, donde aprendí a enfrentar mis propios miedos y a superarlos: decidí dejar mi profesión de abogada (después de 20 años) para enfocarme en la tarea terapéutica y espiritual.

No fue un camino fácil, pero cada desafío me fortaleció y me hizo más consciente de mi verdadero propósito: acompañar a las personas a conectar con su plano espiritual. 

Hoy ya no ejerzo como abogada. Hace más de 20 años encontré mi pasión como terapeuta y comunicadora, dedicándome completamente a acompañar procesos de crecimiento.

Mi viaje no ha terminado. Estoy segura de que habrá muchos capítulos por delante y me gustaría acompañarte a que también abras nuevos capítulos en tu vida.

Me encantará acompañarte en ese viaje.

Carolina Giudice